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lunes, 30 de abril de 2012

Organo músculoso lleno de sentimiento.


Las heridas del corazón, no son nada diferentes a las que puede sufrir el resto de nuestro cuerpo, resulta que cuando nos lastimamos algún musculo, alguna articulación, algún hueso, debemos cuidarlo, seguir un respectivo “tratamiento” y “cuidado”, para que en su debido momento esa parte afectada pueda volver a su normalidad. Todos sabemos que siempre hay diferentes grados de heridas, de fracturas y que dependiendo de la gravedad de las mismas el cuidado es diferente o más intenso.

¿Por qué tendría el corazón como musculo ser diferente al resto?, Si pensamos un poco, nuestro corazón sufre, puede ser “roto”, “lastimado” pero realmente ¿Le prestamos la atención que necesita para recuperarse de alguna “herida”?. Tener un yeso, un collarín, es para cuidar que nuestro instinto, nuestros reflejos, no nos pongan en una situación de dolor, en la que olvidemos lo lastimado que estamos y por mera reacción nos hagamos más daño.

Nuestro corazón por otro lado lo llenamos de barreras, eliminando así cualquier tipo de idea que apoye volver a sentir, todo por miedo a que algún movimiento en falso, alguna oportunidad que nos demos a darle paso a los sentimientos termine en sufrimiento. No contamos con yesos que protejan nuestro corazón de alguna fractura, pero el amor puede curar hasta la más crítica de las heridas.

Es indudable que al  romperte el corazón luego te cuesta seguir, aprender a querer nuevamente, dejarte querer se hace difícil, los traumas existen y las personas con miedo a amar no están fuera de esta realidad. Cuando algo te lastima, te cae mal una comida por ejemplo,   luego no es fácil para nosotros volver a tener lo que nos hizo daño cerca, somos humanos y es algo nato, no será fácil para nosotros volver a comer con la mayor tranquilidad eso que ya nos cayó mal y nos hizo pasar un mal rato.

Sin embargo debemos recordar algo importante,  por más que tengamos un yeso,  vendas, para ayudarnos a sanar heridas y aporreos, se recomienda poco a poco mover el musculo o hueso afectado porque la idea NO es olvidarnos de eso que nos duele e inmovilizarlo, la idea es SANAR, curar la herida y solo se logrará practicando,  poco a poco la movilidad  regresará  a ese musculo que se lastimó, de lo contrario el musculo nunca más volverá a ser el mismo y nos afectará el resto de la vida.

Esto quiere decir que no podemos de repente vetar una vida entera de emociones al corazón, a pesar de que seamos lastimados. Eso pasa, todos en algún momentos somos víctimas de algún ataque al corazón y de los desaciertos de “cupido”. Cerrarnos a cualquier posibilidad de felicidad le sería inútil al corazón, un musculo sin uso que al final del camino no sería más que inservible. Así que siguiendo lo “normal”, al musculo hay que comenzarlo a mover nuevamente hasta que este vuelva a su normalidad y esté listo para una vez más dejar entrar otra persona y amar.

No puedes inhabilitar tu musculo solo por miedo, por darle paso a la razón y no preguntarle ¿Qué opinas? Al corazón. El mundo en ocasiones nos golpea, la vida nos trata mal, nos enseña por las malas mientras que por las buenas nos brinda cosas maravillosas, pero no todo caerá del cielo, lo que queramos debemos lucharlo y el amor no es para esos que se quedan sentados esperando lo que se les atraviese al paso. Para amar hace falta mucho más que un musculo andando, pero sino nos disponemos a hacerlo andar, nada más podrá pasar.

Del miedo nunca nada bueno saldrá, podemos haber sido lastimados, las fracturas dejan huellas en los huesos, las heridas dejan cicatrices en la piel, el corazón no es caso aparte, pero lo que si debemos apartar son las cicatrices que nos recuerdan que pasó y con esto que existe un PASADO y un presente el cual no debemos desperdiciar por miedo a amar, a vivir o a sentir, poner tus músculos a andar y recuperar su efectividad sería lo más sabio a intentar.


Todo se puede enredar cuando crees vivir en el presente pero recuerdas tanto el pasado que terminas allí atrapado, cuando algo no está totalmente superado en el pasado no será dejado, si tienes cosas pendientes con tu pasado, no tardes en arreglarlo o recuperarlo, el presente te da el escenario y el futuro espera por ti para hacerlo posible.



  


IvannaToyo